Los estudios de vida útil permiten conocer la vida comercial de un producto (fecha caducidad/consumo preferente), en base a su calidad, tratamientos aplicados, transporte, conservación y correcta manipulación. Con ello, se podrán conocer cuáles son los puntos débiles del producto y considerar los cambios necesarios que se deben aplicar para alargar lo máximo posible su vida comercial, cumpliendo siempre con la legislación vigente, así como con otras normas de calidad: Reglamento CE 2073/2005, Norma BRC y Norma IFS.